Puede que no lo creas, pero usar siempre los mismos zapatos es un hábito poco saludable. Con el tiempo ese calzado que utilizas a diario te causará problemas en los pies, espalda y otras partes del cuerpo.
Los expertos en salud podal recomiendan que tengas por lo menos dos pares de zapatos y los intercambies a lo largo de la semana. Esto te evitará ciertos problemas que describiremos a continuación.
Usar siempre los mismos zapatos te impide una higiene correcta
Los zapatos cerrados impiden que entre la luz y mantienen la humedad, por lo tanto, se convierten en un ambiente perfecto para la proliferación de hongos y bacterias.
Cuando usas cualquier par de zapatos tus pies transpiran y es imposible que se aireen mientras los llevas puestos. El calor y la humedad favorece que crezca cualquier patógeno, por eso se desarrolla mal olor en los pies.
Llevar siempre los mismos zapatos te impide una higiene correcta porque el sudor y las bacterias se acumulan, además de la suciedad externa como el barro y el polvo proveniente de las calles.
Lo recomendable es limpiar tus zapatos cada tres semanas y utilizar desodorantes en aerosol o polvo.
El desgaste y la deformación del calzado es más rápido al usar siempre los mismos zapatos
Si utilizas los mismos zapatos todos los días es normal que éstos se desgasten y pierda su forma mucho más rápido. El desgaste en los zapatos no ocurre de manera uniforme, por lo general la parte trasera e interior es la más afectada.
El deterioro de los zapatos implica que no apoyes el pie de forma correcta. En lugar de pisar completamente desarrollas patrones anormales, por ejemplo, ladear el pie con cada pisada.
Este cambio en los patrones de marcha al usar siempre los mismos zapatos genera dolor en los pies, en la espalda baja, rodillas, talones y empeines, además, facilita el desarrollo de patologías como fascitis plantar.
Te hace más propenso al dolor en los pies y a las lesiones
Cierto tipo de calzado, como las chanclas y los tacones, tienen algunas características que pueden generar dolor en los pies cuando se usan de forma prolongada.
En el caso de las chanclas, la suela es muy plana y la sujeción no es muy buena. Los tacones obligan al pie a permanecer muchas horas en una posición anormal.
Según el Hospital Metodista en Houston, el 75% de las mujeres utilizan tacones todos los días para ir al trabajo y sufren de algún problema podal como juanete.
Los zapatos deportivos se desgastan con mucha rapidez debido al uso intensivo y al hacerlo pierden su capacidad de amortiguación haciendo que el pie sea más propenso a esguinces y torceduras.
Usar siempre los mismos zapatos no es recomendable aunque sean parte del uniforme de trabajo. Lo mejor es seguir las indicaciones de los profesionales y alternar con dos pares por lo menos.
Artículo elaborado por la Clínica San Román
10-9-2020
