Los callicidas en crema son uno de los productos más utilizados en casa cuando se busca una solución para las callosidades, pero no son los más indicados.
Muchas personas terminan con quemaduras fuertes y dolor que no permite apoyar el pie después de utilizar este tipo de cremas. Así que los profesionales en la salud podal los desaconsejan para cualquier edad, incluso si se trata de un callo pequeño o muy molesto.
En lugar de usar pomadas para los callos, debe buscar la ayuda de un profesional y luego tomar las medidas necesarias para evitar que reaparezcan.
Los pomadas no son una solución definitiva
La hiperqueratosis, mejor conocida como durezas o callosidades, son una lesión cutánea que se produce en los pies debido a la presión constante de un área.
En otras palabras, es el engrosamiento de la piel como consecuencia de la fricción constante con superficies duras, por ejemplo al hacer algún tipo de ejercicio sin calzado, es muy probable que se note en tus pies algunas partes ásperas.
Las callosidades aparecen con el fin de proteger la piel contra el impacto y los callicidas se encargan de retirar la queratina que se ha acumulado.
El tratamiento de un podólogo le permite identificar la causa y aplicar la corrección necesaria, por ejemplo, el uso de plantillas termoformadas a medida. Para ello se hace un estudio biomecánico del pie. Con el tiempo esta corrección con plantillas hará que el problema verdaderamente desaparezca.
En los casos recidivantes a pesar de plantillas a medida correctas, puede ser necesaria la cirugía.
Producen quemaduras serias y lesiones dolorosas
Tanto los callicidas como los parches queratolíticos contienen distintas sustancias químicas que pueden irritar la piel.
La sustancia más común en este tipo de productos es el ácido salicílico, que en dosis moderadas puede producir quemaduras considerables.
Se supone que el mecanismo de acción del ácido salicílico consiste en “ablandar” o “suavizar” la piel endurecida, de hecho sí cumple esta función correctamente.
El lado negativo es que en algunos casos puede ser muy abrasivo y además, también actúa sobre la piel alrededor de la callosidad, ocasionando daños.
Esto puede generar lesiones en la piel sana y si además tiene sensibilidad hacia los químicos se podría desarrollar una dermatitis de contacto.
Es posible que su problema no sea una callosidad
Las durezas y callosidades no son la única lesión que puede aparecer en sus pies, a pesar de que es la más común, por esto mismo, los callicidas no cumplirían su función.
Podría tratarse de un heloma, que es similar a los callos, pero se trata de una lesión más profunda que necesita otro tipo de tratamiento.
También están las verrugas plantares, que tienen un origen viral y se trata primero esta afección reforzando el sistema inmune y luego la parte cutánea.
Resulta particularmente peligroso en personas con otras enfermedades
Las cremas específicas para callosidades resultan particularmente peligrosas para personas con algunas enfermedades crónicas, como la diabetes o problemas circulatorios.
Si se hace una lesión muy profunda en la piel, se desarrolla una infección o se genera una úlcera, la recuperación en estas personas es más lenta.
Así pues, las pomadas generalmente no le pueden ofrecer la solución definitiva que encontraría con un tratamiento realizado por un podólogo o médico especialista en pie.
Artículo elaborado por la Clínica San Román
15-09-2021
