Los juanetes son una deformidad del pie, que se presenta a nivel de la articulación del primer dedo del pie y que afecta progresivamente a los otros dedos.
Su síntoma más visible es un bulto o protuberancia que se forma en el lado exterior de la base del primer dedo o “hallux”, del que proviene el nombre científico de esta deformidad conocida como hallux valgus.
Esta protuberancia es una combinación de tejido óseo calcificado a nivel de la articulación y tejido blando inflamado a su alrededor.
El juanete va acompañado en la mayoría de ocasiones de enrojecimiento y dolor pues hay roce continuo con el calzado y puede haber afectación de los nervios de la planta del pie.
Debido a que los problemas de juanete han acompañado al ser humano por milenios, es normal que existan muchos mitos y realidades sobre este tema.
Algunas afirmaciones populares han demostrado ser ciertas y otras en cambio, no tienen base científica alguna.
En este artículo vamos a detallar algunas realidades sobre este interesante tema.
¿Cuáles son las causas de los Juanetes?
Hay varias causas para la aparición del hallux valgus, pero las más frecuentes son el uso de calzado inadecuado, enfermedades óseas inflamatorias y una predisposición genética.
Se considera que el uso incorrecto del calzado es una factor de riesgo en el desarrollo de la deformidad.
A su vez, los estudios indican que los hijos de padres con juanetes son proclives a padecer esta dolencia, incluso desde su pubertad o en la adultez temprana.
El género tiene un papel en la incidencia de hallux valgus, es mucho mayor el número de mujeres afectadas que el de los hombres.
En todo caso, mucha de esta preponderancia femenina se relaciona también con el uso de calzado inadecuado, especialmente el de tacón alto y punta estrecha.
Este tipo de calzado obliga a la persona a caminar casi de puntillas, alterando la relación de esfuerzo y tensión en los músculos y articulaciones del pie.
Durante la marcha, todo el peso del cuerpo se concentra, por etapas, en diferentes puntos de la planta del pie: talón, articulación del quinto dedo y finalmente en articulación del primer dedo del pie.
Además, el calzado de punta estrecha presiona sobre el primer dedo que a su vez afecta al segundo dedo, causando su desviación hasta 45º de su eje longitudinal original.
¿La forma de mi pie indica si puedo llegar a sufrir juanetes?
La sabiduría popular dice que por la forma del pie se puede predecir si un niño o niña sufrirá juanetes en un futuro. Las estadísticas respaldan esta afirmación.
El pie humano no tiene la misma forma en todos los individuos, especialmente a nivel de los dedos.
Se han distinguido tres formas de pie predominantes, basadas en la proporción entre las longitudes del hallux y el segundo dedo.
- El tipo 1 es el llamado “pie egipcio”. Aquí el dedo hallux es más largo que el segundo dedo, éste es más largo que el tercero y así sucesivamente.
- El tipo 2 se conoce como “pie griego”. En este caso el segundo dedo es más largo que el hallux. Los demás dedos mantienen la proporción decreciente del pie egipcio.
- El tipo 3 a su vez se conoce como “pie cuadrado” . Se trata de un pie cuyos dedos tienen una longitud similar, es decir, que ninguno sobresale particularmente sobre el resto.
Los estudios indican que las personas con pie griego son las que tienen menos incidencia de juanetes, seguido de las que tienen el tipo de pie cuadrado.
Por su parte, las personas que tienen pie egipcio son las más susceptibles a desarrollar hallux valgus.
Incluso se considera que mientras más largo es el primer dedo, más probabilidad existe de que éste sufra desviaciones y problemas en su articulación.
¿Es verdad que los hombres no sufren juanetes?
Aunque las mujeres conforman el grueso de los pacientes atendidos a nivel mundial por hallux valgus en los centros de salud, los hombres no están a salvo de sufrir esta condición.
El tener un pie egipcio, la existencia de una condición previa de hiperlaxitud, o tener un pie plano puede llevar a desarrollar esta deformidad, incluso en edades tempranas.
Los hijos varones de padres afectados por hallux valgus también están predispuestos a este problema.
¿Mis juanetes se pueden curar con aparatos ortopédicos o férulas?
Un gran número de personas con juanetes prefieren inicialmente emplear prótesis ortopédicas correctivas o plantillas prefabricadas para aliviar los problemas de juanetes.
También es común el uso de “prótesis de descanso nocturno”, férulas que envuelven el metatarso del pie y corrigen la alineación del primer dedo durante la noche.
Suelen usarse durante la noche para ayudar a aliviar la posición de los dedos y relajar los músculos de la planta del pie.
En realidad estas ayudas ortopédicas, solo ayudan a reducir la inflamación del tejido blando y los dolores musculares pero en ningún caso llegan a solucionar la deformidad ósea ni la alineación del hallux que causa el juanete.
¿Puedo usar frío para aliviar el dolor e inflamación de mis juanetes?
Al aplicar compresas frías o hielo en la zona afectada por el juanete, se logra una disminución de la inflamación del tejido blando alrededor del juanete.
Esto a su vez aliviará el dolor, especialmente tras largas horas de pie o caminando con un calzado inadecuado que roza contra la piel.
Los medicamentos antiinflamatorios tendrán un efecto similar, pues reducen la inflamación del tejido blando alrededor de la articulación afectada por el juanete.
¿Si me opero no volveré a sufrir juanetes?
La cirugía correctiva del hallux valgus ayuda a corregir la alineación original del primer dedo, eliminando el crecimiento óseo anormal.
Sin embargo, el juanete puede volver a desarrollarse ya que su aparición depende de factores que no pueden ser eliminados por completo con ninguna intervención quirúrgica. Uno de estos factores, ya mencionados, es la forma anatómica natural del pie.
Sin embargo, con la técnica adecuada se puede lograr que el juanete no vuelva en al menos 30 años.
Quienes tienen “pie egipcio” o hiperlaxitud articular posiblemente vuelvan a desarrollar un hallux valgus en un futuro lejano.
El factor hereditario o predisposición genética tampoco puede ser eliminado con ninguna intervención quirúrgica.
En el caso de muchas mujeres operadas de juanetes, el seguir usando un calzado inadecuado influirá en un futuro desarrollo de este problema.
¿Operarme de juanetes arreglará todos los problemas de mi pie?
Lamentablemente, un pie afectado por juanetes, aún tras someterse a una cirugía exitosa, puede sufrir otros problemas óseos que podrían requerir otras intervenciones adicionales.
Uno de estos problemas es la deformidad de los dedos conocida como “dedos en garra”, en la que cada dedo se desvía lateralmente llegando a “montarse” sobre el que tiene a su lado.
Su causa es una deformación de las articulaciones de cada dedo a nivel del metatarsiano del pie, que en muchos casos también requiere cirugía para ser corregida.
¿Pueden mejorar los juanetes con el paso del tiempo?
La inflamación de un juanete puede mejorar con compresas frías, medicamentos antiinflamatorios y prótesis ortopédicas.
Pero la deformidad ósea que lo genera o la desviación del primer dedo no mejorará por sí sola. De hecho, seguirá empeorando con el tiempo si no se realiza una cirugía correctiva y no hay un cambio de hábitos.
¿En qué momento es aconsejable someterse a una operación de juanetes?
Los profesionales de la salud recomiendan operar los juanetes cuando existe dolor causado por el juanete o una disminución en la calidad de vida del paciente debido a que el pie ha perdido funcionalidad o presenta una deformidad importante.
Lo más importante es que después de una intervenciòn de juanetes, se cambie en cierta medida el tipo de calzado por uno que sujete mejor el pie sin amontonar los dedos.
¿Qué tipos de cirugía se emplea para corregir los juanetes?
Durante décadas se utilizó únicamente la cirugía a pie abierto para corregir los juanetes, lo que obligaba a un período de recuperación largo y doloroso que además requería de una rehabilitación física posterior.
Posteriormente surgió la cirugía percutánea o mínimamente invasiva del pie, que solo deja una pequeña herida y prácticamente no requiere terapia ni reposo postoperatorio.
Sin embargo, ni todos los casos de hallux valgus se pueden operar con cirugía percutánea, ni todos necesitan una cirugía tradicional a pie abierto.
Los casos muy severos pueden requerir una cirugía tradicional, pero los demás pueden ser operados con una cirugía percutánea o mínimamente invasiva del pie.
La decisión dependerá del ángulo y grado de la deformidad así como la edad y comorbilidades del paciente.
Si usted sufre de juanetes y quiere conocer la mejor solución a su problema, acuda a la Clínica San Román, ubicada en el centro de Alicante.
Nuestra institución es reconocida en toda Europa por su larga experiencia en la cirugía mínimamente invasiva de juanetes y dedos en garra.
Fue fundada en 1979 por el Dr. José Manuel San Román Pérez, pionero a nivel europeo en la cirugía percutánea del pie.
La Clínica San Román dispone de un equipamiento diagnóstico y quirúrgico de última generación. La Clínica cuenta con un equipo de médicos y podólogos con más de 40 años de experiencia en cirugía del pie preparados para dar una asistencia y orientación personalizada con los tratamiento más efectivo para paciente.
Bibliografia:
COUGHLIN, M.J. & JONES, C.P., 2007. Hallux valgus: demographics, etiology, and radiographic assessment. Foot & Ankle International. 28(7), pp.759-777.
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Artículo elaborado por la Clínica San Román
Fecha: 4-10-2019
Fecha de revisión: 11-02-2020
