Artrosis en los pies. Conoce en qué consiste esta condición

16 de noviembre de 2020

La artrosis es una enfermedad reumática crónica caracterizada por el desgaste del cartílago de las articulaciones del cuerpo. Esta condición es uno de los problemas óseo-articulares más frecuentes en las personas, particularmente en los adultos mayores.

 Según diversos estudios, más del 28% de los adultos mayores de 60 años sufren algún tipo de artrosis. Entre los afectados, hasta un 80% manifiestan algún tipo de limitación de movimiento debido al daño en sus articulaciones.

 El deterioro o desgaste del cartílago que recubre las articulaciones provoca deformación en las mismas. Pero además, se producen molestias y dolor de distinta intensidad cuando se carga la articulación o se hace un movimiento.

 La razón de esto es que el cartílago tiene una función de protección y recubrimiento de la articulación para suavizar y amortiguar los roces entre los huesos.

 Aunque la artrosis puede presentarse en cualquier articulación ocurre con más frecuencia en las articulaciones que deben soportar más carga o presión. Por esta razón es muy frecuente ver pacientes con esta dolencia en sus rodillas, tobillos y pies.

¿Cuáles son los síntomas de la artrosis en el pie?

 La artrosis en el pie se manifiesta a través de varios síntomas, que incluyen rigidez y dolor articular, inflamación y deformación de la articulación.

 El cambio estructural que provoca la artrosis en el pie puede derivar en la aparición de otros problemas como la alteración de color en la piel, aparición de callosidades y engrosamiento de las uñas.

En todo caso, el diagnóstico clínico es la mejor vía para determinar si existe o no un problema de artrosis en el pie. El método más usado es la radiografía, que permite verificar el estado de los huesos y articulaciones del pie.

artrosis en los pies

¿Qué causa la artrosis?

 No existe una causa única para la artrosis, pero sí hay varios factores de riesgo que pueden aumentar la posibilidad de sufrirla. Los factores principales son la edad, el sexo, la predisposición genética, las actividades físicas y el sobrepeso.

 A mayor edad hay más desgaste de las articulaciones y más riesgo de que aparezca la artrosis. A partir de los 50 años aumenta considerablemente la posibilidad de que esto ocurra.

 Por otra parte, las mujeres tienen el doble de posibilidades de sufrir artrosis que los hombres, especialmente entre el grupo que supera los 50 años de edad y que han llegado a la menopausia.

 La artrosis no se hereda de los padres, pero sí lo es la forma del cuerpo y de las articulaciones, lo que a su vez determina la biomecánica corporal. Y esta puede influir a su vez en un mayor o menor riesgo de desarrollar artrosis.

 En cuanto a la actividad física como factor de riesgo, ciertos trabajos u oficios que requieren repetición de movimientos con esfuerzo durante largos períodos de tiempo pueden aumentar el peligro de sufrir artrosis.

 Levantar cargas o manejar equipo pesado durante muchas horas, o incluso practicar deportes a nivel profesional, se incluyen entre estas condiciones. El riesgo aumenta más entre personas que han sufrido lesiones en rodillas, codos, tobillos y pies, incluso varios años después de haberse recuperado de ellas.

 Finalmente, debemos mencionar que el sobrepeso y el sedentarismo son otro factor de riesgo que aumenta la posibilidad de desarrollar artrosis o empeorar los síntomas de esta cuando aparece.

¿Qué hacer cuando se tiene artrosis en el pie?

 Una vez que aparece la artrosis en el pie se debe iniciar un tratamiento para ralentizar el avance del daño en las articulaciones.

 Al aparecer los primeros dolores o molestias es importante acudir a un podólogo para que haga una valoración de las articulaciones. Un estudio biomecánico de la pisada será muy valioso para definir el mejor tratamiento.

 Entre las soluciones más frecuentes tenemos el uso de plantillas personalizadas para mejorar la pisada al redistribuir la carga y aumentar el apoyo del pie. Si la piel o uñas se han engrosado mucho y afectan el funcionamiento del pie se puede realizar una quiropodia para aliviar este problema.

Además, hay distintas terapias físicas que alivian el dolor, así como cremas que ayudan a suavizar la piel y reducir la inflamación.

 

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Artículo elaborado por la Clínica San Román 

16-11-2020

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