Nadie está exento de sufrir alguna vez en la vida algún golpe fuerte en el pie, ya sea por un objeto que le ha caído encima o chocarse contra la pata de la cama, mesa u otro objeto.
Sin duda alguna este tipo de experiencias queda grabado en nuestra memoria porque suelen venir acompañadas de un fuerte dolor y muchas veces debemos soportar una inflamación que puede durar desde unas horas hasta varios días.
Pero ¿sabes realmente qué hacer cuando sufres un golpe fuerte en el pie? Tomar acción de inmediato puede ayudarte a reducir el tiempo que durará el dolor y la inflamación.
Vamos a darte algunos consejos que te ayudarán a reducir tu sufrimiento y evitarte complicaciones.
¿Tengo una contusión o una fractura?
Lo primero que hay que identificar es si el golpe recibido sólo produjo una contusión o puede haber una fractura en un hueso del pie.
Las contusiones van desde simples hasta primero, segundo y tercer grado. En el primer caso sólo hay un enrojecimiento de la piel y un dolor leve, mientras que en el último aparece inflamación y la piel cambia de color a un tono grisáceo en unos pocos minutos.
Esto es señal de un posible daño en nervios y huesos, por lo que se aconseja buscar ayuda médica.
Pero ¿cómo sabes si tienes una fractura? Hay varios síntomas que lo pueden señalar, comenzando por la deformación de la zona golpeada. Un ejemplo es un hueso que sobresale o se ve hundido, señal de que se ha fracturado.
Esto puede ir acompañado de un cambio de color, con un aspecto grisáceo, que indica una afectación de nervios y huesos. También se presenta un fuerte dolor, que se hace muy agudo al tacto.
A esto se suma que en los casos de fractura se hace evidente una pérdida de la movilidad del pie, dedo o articulación afectada.
No desatiendas el dolor y la inflamación
Es importante atender un golpe de inmediato, incluso aunque no parezca grave. El pie y especialmente los dedos tienen una gran cantidad de huesos pequeños y ligamentos que pueden sufrir fracturas o daños cuando reciben un golpe fuerte, sobre todo con un objeto pesado que ejerza gran presión sobre un área pequeña.
Por tal razón, es necesario tomar acción de inmediato y aplicar la medida que sea necesaria para asegurarnos que no hayan daños graves y aliviar los dolores que podamos sentir.
En primer lugar, se debe buscar ayuda médica si el dolor no cede después de unas horas, pues esto puede ser señal de un daño severo en algún hueso o estructura del pie.
El primer paso a seguir ante un fuerte golpe en el pie es aplicar frío sobre la zona adolorida, ya sea con una bolsa de hielo o un paño humedecido en agua fría. Esto hay que repetirlo cada 2 horas durante las 48 horas siguientes al golpe.
Sin embargo, el hielo no se debe aplicar durante más de 10 minutos cada vez, para evitar quemaduras por frío en la piel.
Aplica compresión en la zona afectada
Además de aplicar frío, es necesario comprimir la zona afectada durante las primeras horas después del golpe.
De esta forma se evitará una inflamación excesiva que pueda llevar a una hemorragia interna y a más daños en los vasos sanguíneos de la piel y músculos en el punto donde se recibió el traumatismo.
Otra forma de ayudar a aliviar la inflamación es colocar el pie en alto para que la sangre drene mejor desde la extremidad afectada y evitar apoyar el peso.
Cuidado con los medicamentos
Si el dolor es muy intenso se debe buscar ayuda médica. Evita automedicarte con antiinflamatorios o analgésicos y solo tómalos si te los prescribe un profesional que haya evaluado el golpe.
Algunos analgésicos naturales como los basados en árnica pueden ayudar a aliviar inflamaciones menores.
Finalmente, es importante que descanses y evites cualquier actividad física para que el pie golpeado pueda recuperarse lo más rápido posible.
En caso de que debas trabajar o realizar alguna actividad debes procurar estar de pie el menor tiempo posible y reducir lo máximo la carga de peso sobre el miembro afectado.
Artículo elaborado por la Clínica San Román
28-11-2020
