En el running existe un grupo de personas conocidas como “minimalistas”, que defienden los beneficios y privilegios que se obtienen al correr descalzos o en sandalias. Según los practicantes del minimalismo, esta práctica brinda una sensación diferente a la hora de efectuarla, ya que impide lesiones al tratarse de una forma “natural” de correr.
Razones por las que correr descalzos no es recomendable
En este artículo analizaremos las razones por las cuales esta práctica no es la más adecuada ni recomendable.
El motivo principal por el cual siempre recomendamos un calzado adecuado es la protección que ofrece al pie a lo hora de evitar cualquier tipo de impacto, ya sean golpes o lesiones con algún objeto punzante, entre otros. Otro argumento es la falta de amortiguación. Se debe tener en cuenta que a la hora de correr, nuestros pies soportan de 3 a 4 veces nuestro peso corporal, por lo que una persona de 60 kg, en cada zancada ejerce una presión sobre sus pies de unos 240 kg. Sin unas zapatillas adecuadas no hay nada que suavice ese impacto, y las sandalias tampoco ofrecen la amortiguación necesaria y por ello aumenta el riesgo de sufrir lesiones a nivel del tobillo y el pie.
Otro factor a tener en cuenta es la grasa plantar, que resulta ser un sistema natural de amortiguación del pie. Sin embargo, no todo el mundo posee el mismo nivel de grasa ya que esto varía en función del peso de cada individuo, de forma que a mayor peso corporal, mayor riesgo de lesiones.
También se deben tener en cuenta parámetros antropométricos como el índice de masa corporal (IMC), así como valorar el estado de la piel y articulaciones y la biomecánica en relación a la ejecución de este tipo de carrera
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Artículo elaborado por la Clínica San Román
Fecha de publicación: 10-11-2017
Fecha de revisión: 7-02-2020
