
- Terapia Física: Los ejercicios específicos pueden fortalecer los músculos alrededor de la rodilla, mejorando la estabilidad y reduciendo el dolor.
- Medicamentos: Los antiinflamatorios no esteroides (AINE) y los analgésicos pueden ayudar a manejar el dolor y la inflamación.
- Inyecciones: Las inyecciones de corticoides, ácido hialurónico o plasma rico en plaquetas (PRP) pueden aliviar el dolor y mejorar la función de la rodilla.
- Cirugía: En casos graves, la cirugía puede ser necesaria. Esto puede incluir artroscopia para reparar daños en los ligamentos o meniscos, y reemplazo total o parcial de rodilla para artritis avanzada.
En Clínica San Román, entendemos la importancia de abordar el dolor de rodilla de manera integral. Nuestro enfoque personalizado y el uso de tecnologías avanzadas nos permite ofrecer tratamientos efectivos que mejoran la calidad de vida de nuestros pacientes. Si experimentas dolor de rodilla, no dudes en contactarnos para una evaluación completa y un plan de tratamiento adaptado a tus necesidades.
