¿Es peligrosa la terapia de pies con peces o ictioterapia?

24 de noviembre de 2020

La ictioterapia es una forma de limpieza de los pies en la que estos se sumergen en estanques con agua tibia llenos de pequeños peces que actúan como “exfoliadores vivientes”, pues con sus bocas limpian la piel y la dejan libre de células muertas.

Aunque se conoce desde 1863, esta técnica ha resurgido con gran fuerza desde principios de siglo con el nombre de ictioterapia y es muy buscada por personas que desean tener sus pies suaves o por quienes sufren de problemas como psoriasis y eczema.

Aquí se utilizan peces de la especie Garra rufa, que tienen bocas en forma de ventosa, carentes de dientes. Esta especie también segrega una sustancia en su saliva que estimula la formación de células en la piel.

Pero aunque se considera una técnica natural y poco invasiva de pedicura, esto no significa que carezca de riesgos. Por eso te hablaremos de por qué debes ser precavido antes de solicitar este servicio.

Una forma de exfoliación natural

Muchos animales acuáticos de gran tamaño como tiburones, ballenas y orcas suelen establecer una simbiosis con especies más pequeñas que se alimentan de los parásitos que se adhieren a su piel o de los restos de comida que podrían ocasionarles infecciones.

Un ejemplo son los tiburones y las rémoras. Estas últimas limpian la rugosa piel del tiburón y la mantienen sana.

En la ictioterapia, el objetivo es exfoliar la piel y estimular la regeneración de epidermis nueva, más suave y sin imperfecciones.

Esta terapia ha sido usada en Turquía desde el año 1863 y el auge del turismo y la moda de los baños turcos ha llevado a expandir esta práctica al resto del mundo en los últimos 20 años.

desinfectando pies después de ictioterapia

El problema de la higiene

Toda práctica de belleza que implique el uso de elementos vegetales o animales requiere el cumplimiento de una serie de normas sanitarias para asegurar que no provoque ningún daño al ser humano.

En el caso de la ictioterapia, es común encontrar este servicio en grandes cadenas de Spa y clínicas de belleza, pero también ha proliferado sin control en negocios poco supervisados o que no cumplen las mínimas normas sanitarias.

En estos sitios, aumenta el riesgo de contraer enfermedades debido a que los tanques no se lavan con frecuencia o no se cambia el agua entre un cliente y el siguiente.

Se ha determinado que compartir el agua con otras personas puede aumentar el riesgo de contagio de enfermedades de la piel como hongos y verrugas plantares. También hay indicios de un aumento en el riesgo de contagio de enfermedades virales como la Hepatitis B y C y el Virus de Inmunodeficiencia Humana.

Riesgo para los recursos naturales

Los seres humanos no son los únicos posibles afectados con la ictioterapia. El crecimiento exagerado de esta técnica de limpieza de pies ha llevado a una sobreexplotación de los criaderos naturales de peces “Garra Rufa”.

Para suplir la demanda de peces limpiadores, en muchos sitios se están usando otra especie conocida como “Chinchin Yu”, originaria de China. El problema es que esta especie sí tiene una gran cantidad de dientecillos afilados que “pican” pequeños trozos de piel.

Esto aumenta el riesgo de lesiones en la piel y de contagio de enfermedades.

Por tal razón, te aconsejamos que solo uses la ictioterapia en lugares autorizados, que cuenten con tanques higienizados con la especie Garra rufa y que tengan buena reputación, además de estar debidamente registrados ante los organismos sanitarios.

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Artículo elaborado por la Clínica San Román 

24-11-2020

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