El espolón calcáneo: Síntomas y tratamiento de esta afección de los pies

28 de febrero de 2020

El espolón calcáneo es un crecimiento óseo anormal en el hueso del talón, que provoca dolor e inflamación al caminar. Conoce sus síntomas y tratamientos. El espolón calcáneo es una de las causas de dolor en la planta de los pies y talones que con mayor frecuencia atienden los podólogos.

El espolón calcáneo es un crecimiento óseo que parte del hueso del talón y apunta hacia el interior del pie, provocando dolor e inflamación en toda la zona plantar. Muchas personas confunden este problema con la fascitis plantar, que es la inflamación del tejido flexible denominado fascia plantar, que recorre la planta del pie desde el hueso calcáneo hasta el metatarso.

 En realidad, hay una relación entre ambos problemas, pero el tratamiento es diferente en ambos casos. Si sufres de espolón calcáneo o sospechas que tienes esta afección, te interesará leer este artículo.

Veamos en detalle en qué consiste el espolón calcáneo y cuáles son sus síntomas y tratamiento.

 

¿Qué es el espolón calcáneo?

 

El espolón calcáneo es un crecimiento ośeo anormal a nivel del hueso calcáneo o talón, con una forma similar a una punta de lanza. Se origina cuando hay una continua y fuerte tracción sobre la fascia plantar, que provoca micro desgarres en el área de inserción de la fascia con el hueso calcáneo.

 Durante la regeneración de los ligamentos desgarrados, se produce una calcificación acelerada de la zona de unión con el hueso calcáneo, formándose así el espolón. La presencia de esta estructura anormal genera a su vez dolor e inflamación en la zona interna del talón.

 En un 80 % de los casos su aparición está asociado con la fascitis plantar cuando no se ha tratado este exceso de presión y tensión de la fascia plantar durante varios meses. Las causas del espolón calcáneo son prácticamente las mismas de la fascitis plantar, como el sobrepeso, actividad física extrema y el uso de calzado inadecuado por tiempo prolongado. Los defectos en el arco del pie también puede provocar fascitis plantar y posteriormente causar la aparición de un espolón calcáneo.

 Los pies cavos, con arco muy elevado, así también como los pies planos, producen una incorrecta distribución de presión sobre la fascia, lo que provoca a la larga fascitis plantar crónica y posteriormente espolón calcáneo.

Así mismo, una incorrecta forma de pisar incide en la aparición de este problema. Los espolones calcáneos son más frecuentes en quienes presentan pronación en la pisada, es decir, que tienden a cargar más peso en la parte interna del pie al caminar.

 

El espolón calcáneo: Síntomas y tratamiento de esta afección de los pies

 

¿Cuáles son los síntomas?

 

El principal síntoma del espolón calcáneo es un dolor en el interior del talón que asemeja un pinchazo, que puede ir o no acompañado de dolor en otras zonas de la planta del pie. Este dolor es más fuerte al levantarse por las mañanas o tras caminatas o ejercicios intensos.

 El espolón calcáneo no produce dolor en sí. La sensación dolorosa proviene de la irritación, degeneración e inflamación de los tejidos a su alrededor.

 

¿Cómo se diagnostica?

 

Para diferenciar un caso de espolón calcáneo de uno de fascitis plantar se debe recurrir a un estudio radiológico para inspeccionar la estructura y forma de los huesos del pie. Este estudio será determinante, pues en las radiografías se podrá apreciar la presencia de la punta ósea que conforma el espolón, partiendo del hueso calcáneo.

Además, unos índices elevados de ácido úrico en la sangre son una clara señal de la presencia de un espolón calcáneo y no de una manifestación de fascitis plantar.

 

¿Cuál es el tratamiento para curarlo?

 

El tratamiento del espolón calcáneo es muy parecido al de la fascitis plantar y se realiza en varias fases.

En la primera fase se aplica medicación antiinflamatoria y fisioterapia para aliviar el dolor e inflamación de la zona plantar. En la segunda fase se realiza un estudio biomecánico de la pisada para determinar la forma de las plantillas personalizadas que deberá usar el paciente.

Estas plantillas ayudarán a distribuir el peso de la persona sobre la planta del pie de una manera más normal. En casos donde persista el dolor, se combina el uso de plantillas de calzado con un tratamiento a base de calor o láser, muy efectivo para aliviar la inflamación.

 En una tercera fase, para los casos más severos, se debe proceder a una cirugía mínimamente invasiva del pie para limar o reducir el espolón.

 Hay que destacar que tanto la primera como la segunda fase irán acompañadas por un cambio de hábitos del paciente, que incluye el uso de zapato adecuado a su actividad laboral o deportiva, así como ejercicios de estiramiento antes de levantarse por las mañanas o de hacer deporte.

 

sello informacion medica de confianza clinica san romanArtículo elaborado por la Clínica San Román

Publicado el 28-2-2020

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