Si algo hemos notado todos en nuestra propia piel, es que el frio ha llegado y aún tardará unos meses en dejarnos. Para cuidar de nuestro organismo como es debido, debemos protegernos y abrigar correctamente cada parte de nuestro cuerpo.
Y los pies son unas de esas partes, a las que debemos darles un especial cuidado. La correcta elección del calzado resulta un elemento central para nuestra salud podal.
Entonces…
¿Cuál es el mejor calzado para el invierno?
No escojas cualquier zapato, hay un zapato exclusivamente para ti.
No es sensato dejar llevarse por las modas anuales que cada invierno marcan el tipo de zapato que debemos escoger ,sin prestar atención a las características de nuestros pies o al tipo de actividad que vayamos a desempeñar.
Porque no es lo mismo pasar gran parte del día sentado en una oficina que trabajar a la intemperie y moviéndose de manera constante. Para este último ejercicio, debes escoger un calzado que realmente abrigue, pero que a la vez sea cómodo y te permita realizar las actividades diarias sin rozaduras ni dolencias.
En el caso concreto de tener que usar zapatos de seguridad, te aconsejamos utilizar calcetines de algodón. Gracias a esta fibra de origen natural tus pies podrán transpirar correctamente y podrás mantener tus pies caliente.
ELIGE TU CALZADO PARA EL INVIERNO SEGÚN EL CONTEXTO DONDE VAYAS A VIVIR Y/O TRABAJAR EN TU DIA A DIA.
Utiliza una suela antideslizante
En los meses más fríos del año, la suela es clave debido a las condiciones atmosféricas que nos podemos encontrar como humedad, nieve o incluso hielo.
Una suela antideslizante nos dará la estabilidad necesaria para andar con seguridad y evitar posibles caídas.
¿Qué suela elegir?
Las suelas gruesas fabricadas con materiales de goma son tu mejor baza. Este tipo de suelas amortiguan los impactos y son capaces de repartir las cargas de forma más equitativa.
Usa materiales que transpiren
Para evitar el mal olor o una sudoración excesiva que nos dificulte nuestra actividad diaria, es recomendable usar zapatos fabricados con materiales transpirables como por ejemplo ,el cuero.
El problema de los calzados sintéticos es que no son capaces de transpirar, lo que puede provocar la aparición de hongos con todas las consecuencias que esto implica.
Sujeción correcta
Para que la sujeción del calzado sea la adecuada, se recomienda utilizar calzado para el frío con cordones y en los que la suela del talón se encuentre sujeta de manera que el propio calzado no este constantemente subiendo y bajando al caminar. Algo que podría dar paso a la aparición de molestas ampollas causadas por una fricción continuada, además de esguinces o torceduras consecuencia de ello.
Di adiós a las hormas estrechas o a los tacones.
Para elegir un calzado para el invierno, es clave que la horma del zapato se adapte lo mejor posible a la forma de nuestro pie.
Evita hormas estrechas o zapatos con la punta demasiado estrecha ya que puede provocar la aparición de los llamados juanetes así como dedos en garra.
En el caso de optar por zapatos de tacón, recuerda que la altura no tiene que ser mayor a los 3 centímetros y debemos intentar que su uso sea ocasional. Esto, es debido a que a más altura, más peso soporta la parte delantera del pie. Algo que puede derivar en patologías como las metatarsalgias.
¿Ya tienes tu calzado ideal? ¡Bien hecho! Sigue estos últimos consejos y disfruta de ellos.
-Un buen calzado es sinónimo de salud. No veas el gasto como una necesidad, sino como una inversión a corto y largo plazo.
-A todos nos gusta estrenar zapatos pero dale a tus pies el tiempo que necesitan para adaptarse a ellos y no los sobrecargues con un excesivo uso los primeros días.
En Clínicas San Román queremos ayudarte a elegir el calzado que más se ajuste a tus necesidades.
Consúltanos.
Artículo elaborado por Clínica San Román 18 – 2 – 2021
