La uña marrón es una alteración clínica que suele despertar inquietud en muchos pacientes, especialmente cuando aparece de forma repentina o afecta solo a una uña. Esta coloración inusual puede manifestarse como una banda longitudinal, una mancha irregular o un cambio generalizado del color de la lámina ungueal. Aunque en muchos casos la causa es benigna, en otros puede ser indicio de afecciones graves que requieren atención médica especializada.
Desde Clínica San Román abordamos este tipo de problemas con una visión integral, basada en años de experiencia en podología clínica avanzada. En este artículo detallaremos las principales causas, el enfoque diagnóstico y los tratamientos más adecuados según el origen de la uña marrón, así como las recomendaciones para su prevención y control.
¿Qué es exactamente una uña marrón?
El término “uña marrón” hace referencia a una alteración en la coloración habitual de la uña, que pasa de su tono rosado y translúcido habitual a una pigmentación marrón, negra o pardo oscura. Este cambio puede afectar tanto a las uñas de los pies como de las manos, aunque en podología se observa con más frecuencia en los dedos de los pies, debido a la mayor exposición a presión, fricción y traumatismos.
Esta coloración puede adoptar diferentes formas: una franja vertical conocida como melanoniquia estriada, una mancha circular u ovalada, o una tonalidad difusa que cubre toda la uña. Cada una de estas formas puede estar asociada a causas distintas, por lo que es fundamental hacer una valoración clínica adecuada.
Principales causas de la uña marrón
Existen múltiples causas para la aparición de una uña marrón, desde motivos traumáticos y fúngicos hasta enfermedades sistémicas o incluso cáncer de piel. A continuación, detallamos las más frecuentes:
1. Traumatismos y hematomas subungueales
Los pequeños traumatismos repetitivos (por ejemplo, al correr o usar zapatos ajustados) pueden provocar la rotura de capilares bajo la uña. Esto origina un hematoma subungueal que se manifiesta como una mancha marrón o negruzca. Aunque suele ser benigno, si la mancha no se desplaza con el crecimiento de la uña o aparece sin golpe aparente, se debe investigar más a fondo.
2. Infecciones por hongos (onicomicosis)
La onicomicosis puede causar cambios en la coloración de la uña, con tonos amarillos, marrones o verdosos, además de engrosamiento, fragilidad y deformidad. El diagnóstico se realiza mediante cultivo micológico y examen directo, y su tratamiento puede ser prolongado, con fármacos tópicos u orales.
3. Melanoniquia
La melanoniquia es la presencia de pigmento marrón o negro por aumento de melanina en la matriz ungueal. Puede ser fisiológica (en personas de piel oscura o ancianos) o patológica. En este último caso, puede deberse a un nevus o, en casos graves, a un melanoma subungueal, un tipo de cáncer que requiere detección precoz.
4. Pigmentación inducida por medicamentos
Algunos fármacos como los utilizados en quimioterapia, antipalúdicos o antibióticos (minociclina, doxiciclina) pueden inducir pigmentaciones ungueales como efecto secundario. Este cambio de color suele afectar a varias uñas de forma simétrica y puede ser reversible tras la interrupción del tratamiento.
5. Enfermedades sistémicas
Algunas patologías crónicas como la enfermedad de Addison, insuficiencia renal crónica, déficit de vitamina B12 o trastornos endocrinos pueden reflejarse en las uñas, generando alteraciones de color. En estos casos, la uña marrón es solo uno de varios signos clínicos que se presentan conjuntamente.
6. Exposición a productos químicos
La manipulación de sustancias químicas sin protección, como tintes, cosméticos o productos industriales, puede pigmentar la superficie ungueal. Esta pigmentación suele ser superficial y reversible, pero conviene hacer una revisión si persiste más de lo habitual.

Diagnóstico clínico y podológico de la uña marrón
El diagnóstico adecuado de una uña marrón es esencial para descartar patologías graves y orientar el tratamiento. En Clínica San Román realizamos un protocolo completo de evaluación que comienza con una anamnesis detallada: se interroga al paciente sobre la evolución del color, antecedentes de traumatismos, uso de fármacos, síntomas sistémicos y antecedentes familiares.
Posteriormente, se realiza una inspección física de las uñas afectadas. Los signos como asimetría, bordes irregulares, coloración no homogénea o sangrado son indicativos de lesiones que deben estudiarse más a fondo.
Herramientas diagnósticas
- Dermatoscopia ungueal: permite visualizar estructuras pigmentadas internas sin necesidad de intervención invasiva. Es clave para diferenciar una melanoniquia benigna de un melanoma.
- Cultivo micológico: ante sospecha de onicomicosis, se realiza un raspado de la uña para detectar hongos o bacterias.
- Biopsia de la matriz ungueal: indicada en casos de sospecha de melanoma o nevus atípicos. Permite confirmar la naturaleza de la pigmentación.
- Fotografía clínica seriada: útil para monitorizar cambios en lesiones pigmentadas en el tiempo.
Tratamientos según la causa de la uña marrón
El abordaje terapéutico de una uña marrón dependerá del diagnóstico. A continuación, se detallan las intervenciones más habituales:
1. Hematomas
En casos de dolor intenso, se puede realizar un drenaje bajo condiciones estériles. Si no hay molestias, el hematoma puede reabsorberse con el crecimiento natural de la uña, lo que puede tardar entre 6 y 12 meses.
2. Onicomicosis
El tratamiento antifúngico puede ser tópico (barnices con amorolfina o ciclopirox) o sistémico (terbinafina, itraconazol). Es importante realizar un seguimiento, ya que las infecciones fúngicas suelen recidivar si no se erradican por completo.
3. Melanoniquia benigna
En estos casos, se recomienda seguimiento periódico con control dermatoscópico. Si la lesión es estable y no cambia con el tiempo, se puede evitar una intervención invasiva.
4. Melanoma ungueal
Cuando se detecta esta patología, se requiere una actuación rápida. El tratamiento es quirúrgico e implica la exéresis de la lesión con márgenes de seguridad. En etapas avanzadas puede requerir tratamientos oncológicos adicionales.
5. Pigmentaciones químicas o farmacológicas
Estas suelen resolverse al eliminar el agente causante. No requieren tratamiento médico directo, pero es aconsejable proteger las manos o pies en futuras exposiciones.
¿Cuándo acudir al podólogo?
Es recomendable consultar con un podólogo en los siguientes casos:
- La mancha marrón aparece repentinamente sin causa aparente.
- Solo una uña está afectada y no mejora con el tiempo.
- La coloración presenta bordes irregulares o varias tonalidades.
- La uña está deformada, engrosada o dolorosa.
- Existe historia personal o familiar de melanoma o enfermedades cutáneas.
El diagnóstico precoz puede ser vital, sobre todo si la causa es maligna. Cuanto antes se evalúe el origen, más eficaz será el tratamiento y mejores los resultados estéticos y funcionales.