Papiloma o Verruga Plantar
Las verrugas o papilomas son pequeñas lesiones papilomatosas que se desarrollan en la piel y aparecen como un callo muy bien delimitado.
Es una infección originada por el virus del papiloma humano (VPH) y se desarrolla especialmente en la planta del pie por contacto, a través de objetos para el cuidado de la higiene o de piel a piel. Es normal que a lo largo de toda una vida aparezca algún papiloma en el cuerpo, y es una lesión siempre benigna.
Los papilomas no se pueden prevenir. No obstante, tener conocimiento de los factores que lo causan, así como una buena higiene del pie es recomendable para reducir la probabilidad de que aparezcan. La probabilidad de desarrollar una verruga plantar o papiloma en el pie es más frecuente en niños, aunque cualquier persona puede ser afectada, y el motivo es por estar expuestos a distintos focos de contagio con objetos o superficies, como en centros deportivos, baños públicos o piscinas, humedad en los pies, zapatos o calcetines, etc.
El tamaño y la forma de los papilomas puede ser variable. También puede ocurrir que no sólo sea una sola verruga sino un conjunto de ellas, lo que se denomina verrugas en mosaico. Las verrugas en mosaico pueden surgir en cualquier parte del pie. Cuando están localizadas en un punto de presión, son muy dolorosas. Para comprobar qué tipo de verruga plantar tenemos, cuáles son los motivos de su aparición y como tratarlo, es importante acudir al podólogo.
El diagnóstico de una verruga plantar es una tarea fácil para un podólogo, por el aspecto tan definido que tiene y el dolor que produce.
En Clínica San Román damos algunos consejos para saber y detectar verrugas plantares:
- Incapacidad para pisar con normalidad o incluso estar de pie
- Dolor muy intenso de la zona afectada
- Desarrollo de una dureza firme en la piel, normalmente con forma circular u oval
- Sensibilidad alta al tacto o presión
Si la persona no sufre ninguna patología grave y su salud es buena, la verruga plantar se puede curar por sí sola, aunque en los pies raramente desaparecen debido a la presión que soportan. De no curarse sola, el tratamiento debe ser realizado por un podólogo profesional.