Los signos de deshidratación como las durezas y los callos en los pies nos revelan dificultades en la salud de nuestros pies, por eso es importante tener los pies cuidados.
Estos problemas podológicos no son solo antiestéticos aunque a simple vista es lo primero que nos llama la atención en circunstancias extremas, como todo en exceso, puede que esa sequedad en nuestros talones se traduzca en grietas que interrumpan la integración de la piel, estas grietas pueden ser terriblemente dolorosas además de ser muy difíciles de tratar.
Pies cuidados
Lo mismo pasa con los callos y durezas que al adquirir determinado grosor comienzan a ser dolorosos. Normalmente los callos aparecen en regiones de hiperpresión plantar y por deformidades en los huesos, que por carencia de la grasa plantar encargada de amortiguar la zona se cree un exceso de presión sobre la piel la cual se hace gruesa como una forma de protegerse y conlleva a que se produzcan los callos.
Es por esto que es necesario que se mantenga una buena hidratación en ambas plantas de los pies y en los rebordes de los talones, esto con el fin de mantener la elasticidad de la piel de esas zonas previniendo que se originen grietas.
También es necesario controlar que no se originen callos dolorosos asistiendo periódicamente a un podólogo. Este realizará, de ser necesario la quiropodia o exclusión del crecimiento; o robustez de la piel en áreas de hiperpresión con el fin de que al caminar no se genere dolor o molestias a causa de los callos.
Además, está la alternativa de aplicar tratamiento a los callos dolorosos causados por sobrepresión plantar; o por un mal apoyo que genera zonas de hiperpresión sobre la planta de los pies.
Para este caso, es recomendable un tratamiento ortopodológico; utilizando plantillas ortopédicas a medida con el fin de corregir el mal apoyo en la zona afectada durante la pisada.
Artículo elaborado por la Clínica San Román
Fecha de publicación: 26-10-2017
Fecha de revisión: 28-1-2020