Las malformaciones en los pies de niños recién nacidos o de poca edad atendidos por los médicos hoy en día se relacionan con defectos congénitos que afectan directamente las estructuras del pie o a los nervios que controlan las extremidades inferiores.
Para entender los problemas más comunes, es necesario conocer primero los diferentes tipos de alteración que puede mostrar el pie y cómo se catalogan a nivel médico.
¿Cuáles son las alteraciones que puede presentar un pie infantil?
Un pie mal formado o que muestra una posición poco natural puede manifestar alteraciones en su eje longitudinal, horizontal o transversal.
En el caso de las alteraciones del eje longitudinal tenemos los siguientes casos:
- Pie talo: Es una deformidad congénita en la que el pie se mantiene fijo “hacia arriba”. Esto se debe a que el hueso que conecta el pie con la pierna (astrágalo) se encuentra en una posición incorrecta. El pronóstico es bueno y suele resolverse de manera espontánea.
- Pie equino: El pie se mantiene “de puntillas” con una pronunciada flexión plantar.
- Pie plano: El arco plantar tiene poca curvatura, dando un aspecto plano a la pisada.
- Pie cavo: El arco plantar pie muestra una fuerte elevación. Los dedos pueden quedarse flexionados
Por su parte las alteraciones del eje vertical incluyen problemas como:
- Pie con aducción: En este caso el pie se ubica fuera de alineación con la línea media del cuerpo.
- Pie varo: El talón se mantiene notablemente orientado hacia adentro.
- Pie valgo: El talón se orienta notablemente hacia afuera.
A esto se suman alteraciones del eje transversal como la supinación, en la que la planta del pie está inclinada 30 a 45 grados hacia adentro, y la pronación, en la que el ángulo de la planta apunta hacia afuera.
¿Cuáles son las malformaciones del pie congénitas más comunes?
Vamos a detallar las deformidades congénitas del pie que con mayor frecuencia son atendidas por los médicos pediatras.
- Pie talo valgo: Es una de las patologías más frecuentes entre las malformaciones del pie. Consiste en que el pie se encuentra en flexión dorsal y apuntando en ángulo de pronación.
Esta condición también puede presentarse a raíz de que el niño tenga espina bífida o sufra luxación congénita de cadera.
Esta condición se corrige con fisioterapia o colocando férulas para fijar el pie en una posición anatómicamente correcta, aunque en algunos casos severos se debe recurrir a los vendajes enyesados para corregir la posición.
- Pie cavo: Como mencionamos antes, se trata de un pie que muestra un arco plantar muy pronunciado.
A veces va acompañado de una desviación del hueso del talón y la presencia de dedos retraídos, o en garra. Genera dolor porque la tensión del peso del cuerpo recae totalmente en el talón y los huesos metatarsianos.
Es una patología poco común en los niños. La mayoría de síntomas se manifiestan en los adolescentes o adultos.
Un 80% de los casos de pie cavo se relaciona con problemas neuromusculares vinculados a herencia genética, como la lesión motora cerebral, enfermedad de Charcot-Marie-Tooth y el disrafismo de la espina dorsal.
Los casos leves se tratan con plantillas para mejorar el apoyo al pisar y se recurre a cirugía cuando la deformidad provoca incapacidad para caminar.
- Pie equino varo congénito: El pie del niño se presenta estirado hacia adelante, con los gemelos contraídos y el arco muy pronunciado, semejando los pies de una bailarina parada sobre la punta de sus dedos.
Es más frecuente en varones, con una incidencia de 4,5 casos por cada 1000 nacimientos.
- Hay varias posibles causas para esta problema, incluyendo herencia familiar, luxación congénita de caderas, artrogriposis o espina bífida.
- En general se trata con yesos correctores y terapia física antes de los tres primeros meses de vida. Sin embargo, en un 60% de los niños se requerirá cirugía para lograr una posición correcta del pie.
- Pie plano congénito: Se trata de un aplanamiento del arco plantar, acompañado de dolor y limitación de movimiento, que se presenta desde el nacimiento.
Esta condición se trata con yesos correctores y cirugía, especialmente cuando el diagnóstico se hace tarde.
- Coalición tarsal como causa de pie plano rígido: La coalición tarsal es la unión de uno o más huesos tarsales. En este caso se presenta una fusión del hueso del talón con el hueso escafoides. Esta anomalía da lugar a un pie plano rígido. Se corrige con cirugía.
Importancia del diagnóstico temprano
Es importante resaltar que los niños normalmente nacen con un arco relajado y plano, llamado pie plano fisiológico, que toma su forma correcta y firmeza entre los 2 y 3 años de vida.
En los casos en que el pie plano flexible persiste en la adolescencia y la edad adulta pueden ser tratados con plantillas especiales en su calzado o zapatos con un buen soporte interno.
Es importante que todo padre o madre haga revisar a su bebé lo antes posible para determinar si existe o no alguna anomalía en sus pies y atenderlo de inmediato.
La gran mayoría de patologías podológicas infantiles pueden ser corregidas totalmente o casi en un 100% si se aplica el tratamiento antes de los 3 meses de vida.
Artículo elaborado por la Clínica San Román
Publicado el 22-2-2020
