Los dedos en garra o martillo son una deformidad de los dedos del pie en la que estos están encogidos, provocando un desequilibrio en el apoyo del pie que afecta a la marcha. Te explicamos en qué consiste esta condición y cómo se corrige.
Una de las deformidades del pie, que provocan mayores problemas en la marcha; es la retracción de los dedos, conocida como dedos en garra o dedos en martillo.
Esto se originan por varias causas, desde patología del sistema nervioso, la mayoría de las cuales son congénitas, hasta de origen biomecánico, en cuyo caso son adquiridas.
Tipos de Deformidades
Las deformidades adquiridas se pueden dividir en dos tipos:
- Estáticas: las causadas por un calzado inadecuado, malos hábitos al caminar o la actividad física extrema.
2. Dinámicas: las causadas por alteraciones biomecánicas
Entre las deformaciones del pie que pueden dar lugar a la aparición de dedos en garra tenemos las siguientes:
- Pies cavo: El pie muestra un arco plantar muy pronunciado, lo que hace que el peso del cuerpo recaiga principalmente en el talón y los metatarsianos.
- Pie plano: El arco plantar es plano, provocando una incorrecta distribución del peso al caminar y un mayor impacto sobre los huesos de la zona del metatarso.
- Pie equino: El pie tiene una excesiva torsión plantar, simulando a una bailarina que baila en puntillas, lo que coloca todo el peso sobre la punta de los dedos.
A esto se unen otras condiciones especiales que favorecen la aparición de este problema, como una anormalidad en la longitud de los dedos o de los huesos metatarsianos o el uso continuo de calzado inadecuado.
¿Que Favorece a la Aparición de los Dedos en Garra?
Los problemas nerviosos y las deformidades en la forma y funcionamiento del pie conllevan un aumento de tensión sobre los dedos, sus músculos y articulaciones, que pueden favorecer su aparición.
Por ejemplo, una persona que ha perdido fuerza en sus músculos gemelos; tenderá a poner más esfuerzo en los dedos para poder impulsarse al caminar.
En el caso de alguien con pie cavo o pie equino, toda la presión del cuerpo queda sobre los dedos, los cuales trabajarán en exceso para compensar la falta de movilidad de tobillo o de apoyo en el talón y arco plantar.
De hecho, los dedos están diseñados para ayudar al equilibrio al andar, pero no para sustituir a los músculos responsables de hacernos andar.
¿Cuáles son los síntomas secundarios de los dedos en garra?
Además del evidente efecto estético y alteración del pie , también pueden presentarse otros síntomas que afectan la calidad de vida del paciente.
La alteración de la posición y forma de los dedos hace que presionen y rocen con fuerza a los dedos laterales y al propio calzado, provocando endurecimientos de la piel o callos, acompañados de dolor y enrojecimiento.
Estos callos se presentan con más frecuencia en la parte dorsal del dedo afectado, aunque también pueden aparecer en los pulpejos de los dedos; a raíz del trabajo extra que estos realizan, para tratar de estabilizar la posición del pie al pisar.
Otro síntoma de los dedos en garra es un dolor en la zona del metatarso, o metatarsalgia, en el punto correspondiente a la articulación de cada uno de los dedos engarrotados.
Ya que estos no tocan el suelo correctamente, el metatarso es el que recibe la mayor presión al pisar. En casos extremos la articulación del dedo puede llegar a sufrir una luxación o presentar úlceras por roce en la piel.
¿Cuál es el tratamiento para los dedos en garra o martillo?
El primer paso es el alivio de las lesiones en la piel producidas por el roce y presión del calzado sobre los dedos. En segundo lugar, se debe corregir la deformidad del dedo, para la cual se pueden usar varios tratamientos según la causa y nivel de retracción de los dedos.
Entre estos tratamientos correctivos los más usados son:
- Separadores de silicona: Consiste en colocar una férula de silicona o material flexible en el espacio interdigital del dedo afectado, para reducir el roce del mismo con los dedos ubicados a sus lados y con el propio calzado.
- Cirugía: Este es un recurso utilizado para cuando hay deformidades o complicaciones a nivel de los huesos del dedo que hacen inútil el uso de las férulas de silicona u otros dispositivos similares.
La cirugía de los pies en garra es del tipo mínimamente invasivo. Es una técnica muy sencilla en la que se operan y corrigen las articulaciones afectadas a través de incisiones muy pequeñas en la piel.
El paciente solo requiere anestesia local y en pocas horas puede ser dado de alta. El período de recuperación de la cirugía mínimamente invasiva de los dedos en garra es muy rápida y la persona podrá caminar con calzado normal en un tiempo relativamente corto.
Artículo elaborado por la Clínica San Román
Publicado el 24-2-2020